top of page

Distorsiones en nuestro pensamiento: el filtro que afecta nuestro bienestar

  • Writer: Ana C Zamora
    Ana C Zamora
  • Mar 11
  • 3 min read

Updated: Mar 14

Los pensamientos automáticos y las distorsiones cognitivas juegan un papel clave en la forma en que las personas interpretan y responden a los eventos de su vida. Afectan la aparición y el mantenimiento de los pensamientos automáticos negativos, contribuyendo a problemas emocionales como la ansiedad y la depresión.

Pensamientos automáticos y su influencia en la manera que nos comportamos

Los pensamientos automáticos son interpretaciones espontáneas e inmediatas que surgen en respuesta a una situación. Estos pensamientos pueden ser positivos, neutros o negativos, y tienen un impacto directo en la emoción y el comportamiento de la persona. Algunas personas tienden a experimentar pensamientos automáticos negativos, los cuales refuerzan estados afectivos como la tristeza o el miedo.

Por ejemplo, una persona que recibe una crítica en su trabajo puede generar el pensamiento automático: "Soy un fracaso". Esta interpretación, si bien no es necesariamente objetiva, genera una reacción emocional intensa y puede llevar a conductas no adaptativas, como evitar nuevos desafíos o experimentar una disminución en el sentido de autoeficacia.

Distorsiones cognitivas: el filtro de la realidad

Las distorsiones cognitivas son patrones sistemáticos de pensamiento erróneo que refuerzan una visión negativa o distorsionada de la realidad. Algunas de las más comunes incluyen:

  1. Pensamiento todo o nada: ver las cosas en términos absolutos, sin matices intermedios. Ejemplo: "Si no soy perfecto, soy un completo fracaso".

  2. Sobregeneralización: sacar una conclusión amplia basada en un solo evento negativo. Ejemplo: "Siempre fracaso en todo lo que intento".

  3. Sesgo de confirmación: enfocarse únicamente en los aspectos negativos de una situación, ignorando los positivos. Ejemplo: "Me equivoqué en una palabra durante mi presentación, fue un desastre".

  4. Descalificación de lo positivo: minimizar o rechazar los logros o aspectos positivos. Ejemplo: "Solo tuve suerte en el examen".

  5. Lectura errónea de mente: asumir que se conoce lo que los demás piensan sin evidencia. Ejemplo: "Sé que piensan que soy incompetente".

  6. Catastrofización: anticipar el peor resultado posible sin evidencia realista. Ejemplo: "Voy a fallar en la entrevista y nunca conseguiré trabajo".

  7. Interpretación errónea emocional: creer que algo es verdadero basándose en la emoción que se experimenta. Ejemplo: "Me siento inútil, por lo tanto, debo ser inútil".


Impacto de las distorsiones cognitivas en los pensamientos automáticos

Las distorsiones cognitivas afectan la generación y mantenimiento de pensamientos automáticos negativos, perpetuando ciclos de malestar emocional. Cuando una persona experimenta una distorsión cognitiva recurrente, su visión del mundo se ve filtrada por ese sesgo, lo que dificulta la evaluación objetiva de la realidad.

Por ejemplo, una persona con tendencia a la catastrofización interpretará un error menor como un evento devastador, lo que reforzará su ansiedad y le impedirá enfrentar situaciones similares en el futuro. De manera similar, alguien que sobregeneraliza sus fracasos se convencerá de que es incapaz de mejorar, lo que puede derivar en desesperanza y depresión.

Intervención desde la terapia cognitivo-conductual

La TCC propone diversas estrategias para identificar y modificar los pensamientos automáticos negativos y las distorsiones cognitivas. Entre las técnicas más utilizadas se encuentran:

  • Reestructuración cognitiva: cuestionar la validez de los pensamientos automáticos y sustituirlos por interpretaciones más realistas.

  • Registro de pensamientos: anotar situaciones, pensamientos automáticos y emociones asociadas para detectar patrones de distorsión.

  • Experimentos conductuales: probar la veracidad de los pensamientos negativos a través de la acción y la experiencia directa.

  • Atención plena y aceptación: desarrollar una actitud observadora y no reactiva ante los pensamientos automáticos.

Las distorsiones cognitivas desempeñan un papel central en la aparición y mantenimiento de pensamientos automáticos negativos, contribuyendo a estados emocionales como la ansiedad y la depresión. A través de la terapia cognitivo-conductual, es posible modificar estos patrones de pensamiento, promoviendo una visión más equilibrada y realista de la realidad. 

Si te identificas con este tipo de pensamientos y buscas ayuda, ponte en contacto con nosotras a growthpsychology24@gmail.com



Comments


bottom of page